sábado, 21 de octubre de 2017

La llegada.

Girarme y ponerme del revés para sonsacarme qué se cuece ahí dentro es una acción que se me resiste últimamente. Y admito que no estoy al control de lo que se (me) escapa imprudente.

Además, las horas no juegan al favor de nuestros besos, y no resisto que ni uno más vuele sin rumbo. Tan solo pido que los des aquí, tan cerca de mi boca que al girarme te encuentre a ti y a mi norte perdido. Tal vez así consiga enderezar lo que se desequilibró a tu llegada.

lunes, 12 de junio de 2017

Seré

Me molesta que me mires a la cara y no veas mis ojos. Que no veas cómo te añoran o cómo se les marca un ''te echo de menos'' bajo las ojeras.
Me molesta que te fueras y que lo hicieras sin tenerlo del todo claro, porque esa duda... ahora nos rompe.
Me molesta que me acariciaras en partes de mi cuerpo que ahora solo saben sentirse abandonadas por tus dedos. Y mira que los buscan, pero nunca son ellos.

Me molestas.
Me molestas aquí, en la sien, haciéndote nudo.
Deshecho pero apretado. De esos que están pero no. De esos que te pisas por estar a medio hacer. De esos que acaban no siendo nudo. Porque cuando no seas, no recordaré. Y cuando no recuerde ya no seré yo sin ti.
Simplemente seré.

domingo, 5 de febrero de 2017

Contra qué? Contradicción

Soledad.
Si no fuera por su significado hasta diría que la palabra es bonita. No tiene letras imperfectas. La S... La O... La L... La D... Todas me gustan y en cambio la odias cuando la comprendes.
Odio; otra palabra de letras bonitas cuyo significado no me concuerda.

Maldita escritura que enseña a apreciar estas pequeñas cosas para luego golpearte con un significado intenso lleno de contradicciones, de crueldad y de arrebatos.
Como el que tú me hiciste. Dándome tregua para luego quitármela. Dándome calma para luego arrancarla. Dándome ganas para luego dejarme a solas con ellas.
Todas son palabras que apreciaba y que ahora odio, gracias a ti.

Nueva contradicción... Te doy las gracias por odiar...

Y ahora pensarás a qué viene todo ésto.
A que de cualquier contradicción sale algo positivo. Un gracias. Aprecio hacia algo que pensabas que no tenía ningun valor ya.
Todos sabemos que siempre lo tiene. Y buscamos que lo tenga.
Un te necesito aunque te odie.
No hay mayor antítesis que esa. Ni más real. Y contra eso sí que es verdad que no se puede luchar. La realidad llega un día y ya no se va. Sin embargo, te hace ver que no es todo negro o blanco. Que tenemos solución en los contrarios. Que la vida brilla en sus matices. Que no te odio tanto como para permitirme alejarme porque te aprecio más, porque te necesito más, porque te echo de menos muchísimo más y porque te quiero más aún.

Querer. Una Q. En fin, contradicciones...